viernes, 28 de marzo de 2008

Frase para corregir entre todos

"En la secundaria la escritura aparece ya no como medio para explayar mis ideas de niña, de cuentos fantasiosos o ficticios, sino era la forma para expresar pensamientos propios, de liberarme para dar a conocer lo que pensaba."
(Dejen sus sugerencias de reescritura en el comentario)

AVISO IMPORTANTE

AVISO: Para aquellos que no están aún suscriptos a la lista y por lo tanto no recibieron el mensaje por mail, les aviso que estoy con gripe y no voy a poder dar la clase de hoy, viernes 28 de abril.
Para el martes, lleven una versión borrador de la entrevista y los avances que tengan en la reflexión sobre el género.

Celia

miércoles, 26 de marzo de 2008

Notas de la clase 26 de marzo

- La clase se centró en la entrevista no sólo como género sino como herramienta o técnica: usos literarios/usos periodísticos/usos etnográficos.

- Hasta el momento todos están trabajando el fichaje de lectura del libro de Alvarado y Yeannoteguy. También van entregando fichas de los problemas de cohesión.

- En grupo se terminó el intercambio de lecturas de entrevistas seleccionadas por los talleristas y se definieron los proyectos de investigación y las entrevistas que hará cada uno.

Próxima clase:

-El viernes deben tener la entrevista realizada (aunque no esté desgrabada) .

-Leer por lo menos una de las entrevistas a escritores (ver código del material en el programa de la materia). Agrego: subrayar zonas referidas a la escritura y analizar procedimientos y estilo de la entrevista. Intentar caracterizarla.

-Agrego: Traer avances en reflexión sobre la entrevista (todas las notas de lector, textos subrayados, etc.).

-Traer el libro Argentina Crónica para la clase que viene.

-Enviar a la lista una frase con problemas de cohesión seleccionada del perfil o el relato de experiencia de escritura o lectura. Se incluirá en el blog de la materia para resolver en forma colectiva.

lunes, 24 de marzo de 2008

Notas de la clase sobre oralidad y escritura

Características distintivas de la oralidad y escritura*


Oralidad/Contexto
-Los participantes comparten un mismo contexto espacio-temporal.
-El discurso se regula mientras se produce.

Escritura/Contexto
-Se da en forma diferida y a distancia.
-Ausencia de contexto compartido.

Oralidad /Canal//Material Significante
-Material fónico
-Signos paralingüísticos (gestos, miradas, movimientos corporales)

Escritura/Canal//Material Significante
-Materia gráfica
-Subcódigos lingüísticos (ortografía, puntuación, etc.)

Oralidad/Características Formales
-Lineal (depende del hilo temporal).
-Limitación temporal: menor precisión, más ambigüedad.
-Oraciones más breves y menos complejas.
-Acumula unidades de información más que establecer relaciones entre ellas.
-Inciden factores que fracturan el hilo del discurso.
-Provisorio, se muestra en proceso: repeticiones, falsos comienzos, frases inconclusas, debilitación de coherencia.

Escritura/Características Formales
-Espacial. Liberal las palabras del tiempo. El lector puede releer, derivar por el texto según sus necesidades.
-Conexiones lógicas entre proposiciones explícitas.
-Vocabulario más rico y variado.
-Sintaxis más compleja.

* Fuente: Síntesis elaborada por Analía Reale en “Cuaderno de trabajo. Lengua Parte 1”, 2007.

Acerca de las propuestas de fichaje y notas de lector

En clase se pedirán distintos tipos de textos, entre ellos, fichajes y notas de lector. Estas son las características de cada uno de ellos:

1- Fichaje de problemas de cohesión. En este caso, en primer lugar es necesario detectar y categorizar los problemas de cohesión marcados en los textos entregados. Después, hay que buscar la regla que explica cuál es el problema. Finalmente, transcribir esa regla en una ficha, incluyendo ejemplos del propio texto y la reescritura de ese ejemplo en una versión corregida. Siempre se debe acompañar esta entrega con la versión del texto original marcada por el docente.

2-Los fichajes de lectura son breves textos que relevan conceptos generales y citas pertinentes. Pueden incluir preguntas o comentarios personales, pero tienden a la síntesis. También pueden incluir palabras clave. En todos los casos, es necesario que se incluya la referencia bibliográfica completa.

3-La nota de lector es un texto más libre, es la "escritura de la lectura". En clase se darán ejes de lectura específicos, pero es un tipo de texto que tiendo hacia lo ensayístico. También en este caso es necesario incluir las referencias bibliográficas completas. Pronto se inlcuirán más descripciones de las notas de lector.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Notas de la clase del martes 18 de marzo:

-Trabajo sobre entrevista: subrayado en grupo de las notas de Warhol y Gillio, relevando observaciones relevantes sobre la entrevista (límites del género, modo de edición, decisiones de escritura, aspectos relacionados con el proceso de realización de la entrevista).

-Comentario en grupo sobre entrevista seleccionada, destacando procedimientos que les interesaron.

-Elección de proyecto para la investigación grupal. Se aclara que pueden elegirse temas diferentes dentro de un grupo. Para el próximo viernes hay que tener hecha la entrevista (el proceso de edición se va trabajar en clase).

-Leer textos de Arfuch y Ulibarri (cap. sobre entrevista) para la próxima clase. Llevar notas de lector. Se apunta a un texto que reflexione sobre el género entrevista.

domingo, 16 de marzo de 2008

Reflexión sobre la entrevista

Notas sobre el género entrevista, Sabrina Paramidani

En las lecturas sobre los distintos tipos de entrevista se podría decir que hay dos grandes grupos: el primero está conformado por las entrevistas a distintos escritores: Jorge Luis Borges, Manuel Piug, Samuel Beckett, Italo Clavito y Raymond Carver; y el otro, más heterogéneo, incluye las entrevistas a Marilyn Monroe, Isak Dinesen., María Esther Gilio y Andy Warhol.

Las entrevistas del primer grupo tienen un rasgo particular que no comparten plenamente con las entrevistas a otro tipo de figuras públicas, y es que al tratarse de escritores de ficción el entrevistador intenta esclarecer cierto imaginario que existe sobre la figura del escritor (con ese criterio uno podría incluir a Isak Dinesen en este grupo, pero por razones que voy a explicar más adelante, preferí no hacerlo). Pareciera que estas figuras son envueltas por sus historias, uno tiende a idealizarlas, a imaginarlas de la misma manera que a los personajes que producen: existe la idea de que poseen cierto aura intelectual, de que por medio sus rituales de escritura desplegaran algún talento sobrenatural innato, al que solo unos pocos elegidos acceden, y estos elementos le dan un rasgo fantástico a su personalidad.

Es sabido que los fenómenos fantásticos gozan de esconder su origen, por eso es muy difícil desentrañarlos, y siempre existe la tentación de ir a buscar la “verdad” que se esconde detrás de ellos. Aquí entra la figura del entrevistador: al indagar sobre la infancia de estos escritores, sus influencias, sus técnicas de escritura, sus dificultades en la toma de decisiones, en fin, su historia, el periodista humaniza al escritor. Las preguntas se repiten en las distintas entrevistas analizadas y a medida que avanzan hacia el final van transformando a esa figura idealizada en hombres comunes, con inseguridades, rutinas y contratiempos. Por ejemplo, en la entrevista a Jorge Luis Borges leemos (pág. 52):

P: Cuando usted está trabajando, ¿para qué clase de lector imagina que está escribiendo, si es que lo imagina? ¿Cuál es su público ideal?
JLB: Tal vez unos pocos amigos personales. No me imagino a mí mismo porque nunca releo lo que escribo. Tengo miedo de avergonzarme de lo que he hecho. (El subrayado es mío).
Algo similar es lo que le ocurre a Lawrence Shainberg al entrevistar a Samuel Beckett (no por nada el título es “Exorcizando a Beckett”): “Estas son algunas de las razones, creo, por las que tomé notas cuando me separaba de él, y por las que a pesar de mi negativa, estoy escribiendo ahora sobre él. ¿Por qué? Tal vez porque el mismo Beckett, como dije antes, me liberó del mito de Beckett” (pág. 59). Es decir que en los sucesivos encuentros, que luego se transforman en una entrevista narrativizada, Shainberg logra deshacer esa imagen estereotipada que lo paralizaba a él mismo como escritor, potenciando sus inseguridades.

Pasando ahora al segundo grupo de entrevistas, los encuentros de Truman Capote con Marilyn Monroe y con Isak Dinesen tienen una serie de similitudes que dan cuenta de las elecciones literarias del escritor en sus últimos tiempos.

En el caso de “Una adorable criatura”, se trata de un encuentro ficcionalizado, teatralizado, con el objetivo de humanizar a la estrella. El estilo teatral se justifica porque una entrevista tradicional sólo podría haber mostrado a la misma Marilyn: una puesta en escena, la de los medios masivos, a la que la actriz sólo podría haber respondido como estrella de cine. La estrategia de teatralizar el encuentro funciona entonces, paradójicamente, para mostrar un lado más “real” de Marilyn, que como decía, coincide con la estructura del género de no-ficción que Capote exploró en sus últimos trabajos. Como resultado, una vida casi onírica es bajada a la materialidad terrenal de las personas corrientes.

En el caso de Isak Dinesen la lógica es la misma. Toma la figura de una mujer fuerte, que ha “vivido las aventuras de un hombre con nervios de acero” (pág. 159), y con una minuciosa descripción, digna del género de ficción, intenta dar cuenta de la fragilidad de esta mujer en edad avanzada. El discurso referido está muy bien utilizado en este sentido. Si hubiese recurrido a la estructura de pregunta y respuesta de cualquier entrevista, o bien a la “puesta en escena” que realiza para describir su encuentro con Marilyn, no hubiese conseguido el mismo efecto.

En ambos encuentros, Capote elige cuidadosamente que recursos utilizar. Pareciera que con sus elecciones quisiera no traicionar cierta identidad del entrevistado: para una actriz de Hollywood el recurso principal es el del diálogo en forma de obra de teatro, lo más parecido a un guión de cine que la literatura de (no) ficción permite; para una escritora, una estrategia fundamentalmente narrativa, con descripciones contenidas en un lenguaje cuidadosamente producido. Es por esta razón que la entrevista a la escritora no podría haber integrado el primer grupo, los recursos puestos es juego en la estructura de los textos son radicalmente distintos, si bien lo que se logra es la humanización del personaje. Y por el mismo motivo es que los encuentros con Samuel Beckett pertenecen al primer grupo. En primer lugar porque el autor no logra el mismo efecto de (no) ficción que Capote, y en segundo lugar, porque nunca pretendió hacerlo. En la introducción podemos leer: “Beckett aborrecía las entrevistas, pero no objetó que Lawrence Shainberg escribiera una crónica de sus varios encuentros, lo cual explica la forma narrativa que presentamos a continuación” (el subrayado es mío). Al tratarse de un libro que recopila entrevistas hechas a escritores, es lógico que se justifique por transgredir el género, sin embargo, con la crónica se mantiene dentro del discurso periodístico, justamente aquello que Capote quería superar.

La entrevista a María Esther Gilio es la más tradicional: formato de pregunta-respuesta, con algunas intervenciones de la entrevistadora para ponernos en situación y de esa manera poder organizar el trabajo de edición. Sin embargo, lo que tiene de interesante es que se trata de una meta-entrevista: una entrevistadora le hace una entrevista a otra entrevistadora sobre el arte de entrevistar. Normalmente el entrevistador suele quedar en segundo plano, y este caso no es la excepción, pero por otro lado, aparece en escena la tarea misma del entrevistador y de esa manera la equipara a la tarea de cualquier hombre o mujer de letras. Porque, después de todo, el arte de entrevistar consiste no sólo en indagar, sino también en reconstruir por medio de la palabra escrita.


Por último, en el caso de Andy Warhol no podemos decir que se trata de una entrevista. En todo caso, es una reseña sobre un libro de próxima aparición que recopila entrevistas hechas al artista. Sí se trata de una reflexión sobre el género a partir de Warhol, o más bien de un análisis sobre la mirada que él tenía de lo que debe ser el género. Pero insisto en que no podemos hablar de entrevista en esta ocasión porque el requisito básico del género supone un diálogo entre dos personas, cara a cara o epistolar, y éste no es el caso. Se necesita tanto la figura del entrevistador como la del entrevistado, cualquiera que los dos falte ya no podemos hablar de entrevista porque ambos se construyen recíprocamente en la relación que pone en juego el acto de entrevistar.

Leonor Arfuch trabaja este tema desde la propuesta de Bajtín de que toda enunciación es dialógica, entendiendo que siempre supone un interlocutor (que incluso puede ser imaginario), pero casualmente, la autora lo articula con la noción de género literario. En este sentido, la definición de un género implica la presencia de ciertas estabilidades relativas: se trata de “unos tipos temáticos, composicionales y estilísticos de enunciados determinados y relativamente estables” (pág. 33). Es decir que, si bien hay un interlocutor en el texto sobre Andy Warhol, no es precisamente éste último, sino que es un lector imaginario el que completa el acto comunicativo. Andy Warhol forma parte del contenido, no de la forma, y ese hecho es el que pone el límite para poder considerar al texto dentro del género.

Entrevista de Sabrina Paramidani

LA AGONÍA DE LAS FERIAS FRANCAS

Por Sabrina Paramidani

Los hombres sin historia son la historia.
Silvio Rodríguez


La vida de un barrio, como casi todas las vidas, tiene su rutina. Rara vez esa rutina cambia y, cuando lo hace, se da de manera progresiva, casi imperceptible. Pero basta con indagar un poco en la historia de cualquier barrio, de sus calles o su gente para darse cuenta de las transformaciones que a lo largo del tiempo van configurando los diferentes modos de vida, las diferentes rutinas. Miguel Ángel sabe sobre eso. No es un saber letrado el que él posee, pero sí es la lectura de un hombre que ha resistido a esos cambios de una forma simple y constante. El es feriante. Es dueño de un puesto de frutas que todos los sábados, desde muy temprano a la mañana, forma parte de la feria franca de Villa Castellino en Avellaneda, una de las pocas que quedan en Buenos Aires. Pero ser feriante no es simplemente su oficio, después de casi sesenta años “arriba del carro” podría decirse que es un rasgo importante de su identidad

P: ¿Miguel, cuánto hace que es feriante?
MA: Yo desde que nací. Mi viejo venía con el carro a la feria y yo iba con él. Yo nací en el ’42 y a los seis años iba con mi papá.
P: ¿Y siempre en ferias francas?
MA
: Si, y siempre en el partido de Avellaneda.
P: ¿Hoy a qué hora empezó? Me refiero a su jornada de trabajo.
MA: A las tres y media me levanto y voy al mercado. Ahora voy al mercado de Avellaneda nada más, pero antiguamente iba a varios mercados. Yo le hablo de años atrás. Antes toda la mercadería venía en tren, entonces cada ramal tenía un origen… por ejemplo el de Entre Ríos venía a Chacarita, lo de San Juan venía a Colegiales, lo de Río Negro estaba en Casa Amarilla frente al (hospital) Argerich. O sea que cada terminal tenía de cada provincia.
P: Y había que empezar más temprano también, ¿no?
MA: Claro, primero porque se iba en carro. Los vehículos… no es como ahora. Y después que la gente madrugaba porque se vivía otro estilo de vida. La feria antes era el reloj de… ¿vio que ahora van a sacar si hay más venta o si hay menos venta a los supermercados? Antes los supermercados no existían, entonces iban a la feria, se sacaba de la feria si se vendía o si no se vendía, ¿me entiende?
P: Usted se refiere a los índices, a las estadísticas.
MA: Claro. Y bueno, y ahora no, ahora me levanto a las tres y media, a las cuatro y media. Voy al mercado de Avellaneda y de ahí vengo acá porque ahora, vamos a suponer, las mercaderías, no es como antes que venían en ferrocarril. Ahora viene en camión, ahora hay rutas, el camión es térmico. Antes los vagones eran calientes, ahora tienen teléfono. Antes los frigoríficos estaban todos acá, ahora hay frigoríficos en cualquier provincia, ¿me entiende? Entonces el productor arranca la mercadería… Ahora hay mucha producción que se trabaja más para la exportación y entonces cuando pinta la mercadería ya la arrancan, no esperan que madure a punto como se hacía antes. Se trabajaba de otra manera, el productor trataba que la mercadería sea buena, que sea linda para comer.
P: No importaba tanto el aspecto quizás.
MA: Claro, en cambio ahora no. Ahora buscan la durabilidad, la presencia, porque cuando pinta ya la arrancan, la mandan al frío y de ahí la regulan. Venden para la exportación y venden para el mercado. Entonces, supóngase, están allá en Mendoza y tienen que mandar la uva y le dicen (al camionero) “mandala al mercado central”; el camión viene para el mercado central y le está hablando por teléfono al dueño y el tipo le dice: “no, mira, ya hablé con fulano de tal y dice que la uva vale dos pesos menos que en Mar del Plata –dice- andate a Mar del Plata”. Entonces va a Mar del Plata con el camión y va regulando los precios. Si cuando llega bajó, le dice: “quedate un día afuera, prendé el motor y… es así. Antes era diferente. Hace mucho que estoy en esto, pero las formas fueron cambiando, ¿me entiende?
P: Y usted se tuvo que ir adaptando a eso.
MA: Claro, esto ahora es un paseo para mí; antes no, antes era más sacrificado. Antes nosotros armábamos con lonas, caballetes… no se si usted lo habrá conocido. Hace veinte años atrás esto no había. Estos se pusieron en el ’76 cuando los militares nos obligaron a poner los carritos. Como venía el mundial querían tener… que no se vea como en Bolivia, ¿vio? Que están las ferias… Sí, esto los militares lo hicieron poner. Antes eran todos caballetes, caños, cableado, palo y lona; y ahí se ponía la fruta. Después cuando vinieron los militares nos obligaron a esto, y después quedaron las ordenanzas y bueno, ahora es así.
P: Entonces, usted empieza a trabajar a eso de las tres y media de la mañana y termina un poco después del medio día. Es como vivir al revés del resto de la gente. Digo, antes el ritmo de vida era otro, hoy no…
MA: Y ahora me voy adaptando a esto, ahora termino a las tres o tres y media. Ahora vamos a casa y antes no había heladeras, ahora yo tengo una heladera, una cámara. Esto ya lo pongo en la cámara, eso que está verde no. Antes quedaba arriba del carro y lo poníamos a la sombra, ¿se da cuenta? Pero era diferente el estilo de vida porque la gente cocinaba, no había tanto supermercado, no había tantas alternativas…
P: Hay algo que me llama la atención, que es la manera en que están separados los rubros. Por ejemplo, el que vende fruta no vende verdura y el que vende papa tampoco vende verdura. O veo que también hay límites en la cantidad de puestos de cada rubro.
MA: Sí, sí. Hay otros partidos que no, que está todo mezclado. Del año ’83 en adelante en Quilmes y en Lanús te venden todo mezclado. Antes en todos los lugares era así (lo dice señalando a su puesto y a su feria), hasta en la capital. En la capital antes había feria franca. Después las volvieron a poner, pero no son como las de antes, ¿se da cuenta? Antes tenías que tener el cartelito con el número del rubro… antes se vendían fideos, el pollo vivo y muchas cosas que ahora no te dejan.
P: ¿Por qué no?
MA:
Por la higiene. Pero antes se permitía, el mismo municipio lo permitía. Ahora desde que están los supermercados y las heladeras no se permite más. Acá lo permitirían si hubiera heladera, pero no hay
P: Y esto de no mezclar los rubros, ¿Quién establece las reglas?
MA: La Municipalidad. En otros lugares la municipalidad eso lo habrá derogado y mezclaron todo.
P: ¿Y para que época fue eso? ¿Se acuerda?
MA:
En el año ’83 dejaron mezclar los rubros. Pero lo dejaron mezclar ¿sabe por que? En el año ’83 u ’85 empezaron a abrirse los supermercados, entonces, el supermercado volteó a todo lo que no es carne. Y entonces fue cuando empezaron a emigrar de los países limítrofes, o sea los bolivianos. Entonces los bolivianos con unos pesos, iban ahí y arreglaban, compraban un puesto… Porque en la feria no se pueden vender los puestos, pero los vendían. Por ejemplo, el que vendía pan le vendía el puesto a un boliviano y el boliviano iba a la municipalidad y arreglaba y empezaba a vender fruta y verdura. O sea que le daban de baja al del pan y en el lugar en el que estaba el panadero pusieron fruta y verdura, y ahora se llenó de fruta y verdura, de bolivianos. Y bueno, esa es la feria, fue cambiando.
P: Los feriantes, ¿tienen alguna asociación que los agrupa?
MA:
Había, no sé si existe todavía. Mire, ¡Luciano, vení un minuto! (Luciano es dueño de un puesto de pollos y conejos que se ubica justo en frente del puesto de Miguel Ángel) Teníamos un sindicato pero desapareció porque el muchacho que estaba murió. ¿Existe el sindicato?
Luciano: Antes sí había.
MA: A mí no me vinieron a cobrar más.
L: Se dividieron. Sí se logró tener una asociación con personería jurídica.
MA: Nosotros teníamos un sindicato, era un sindicato fuerte. Era fuerte cuando la feria servía, ahora ya no sirve tanto, ¿se da cuenta? Desde que están los supermercados. Cambió el ritmo de vida, cambió la forma de la gente, de comprar.
P: ¿Y hoy no tienen ninguna forma de organizarse?
MA:
No, ¿sabe por qué? Si acá no hay juventud; y ¿sabe por qué no hay juventud? Porque ya no es negocio. Si fuera negocio la gente joven vendría y se pondría un puesto, pero fíjese que la gente joven no viene. Y los viejos que quedamos acá no queremos hacer más nada
L: ahora se maneja por otro lado, es más mafioso
P: Ah, ¿sí?
L: Ahora son todos bolivianos, contrabando, está la Salada. Nosotros que quedamos somos artesanos, no somos nada, pero el negocio que corre por atrás es impresionante
P: ¿Son otras ferias?
L: No, las mismas. Los de la Salada se vienen acá.
P: ¿Pero los de la Salada son de frutas y verduras?
MA: No, no, de ropa.
L: De ropa. En paralelo, ¿viste? Tenés un reglamento allá y después atrás tenes otro.
P: ¿Y a ustedes los perjudica de alguna manera directamente? ¿Les vienen a decir algo?
MA:
No, a nosotros no. A mí no me molestan en nada, que hagan lo que quieran
P: Y si alguien hoy quiere venir a poner un puesto en la feria, ¿con quien tiene que hablar? ¿Tiene que ir a la Municipalidad directamente?
MA:
Tiene que ir a la Municipalidad a hablar. Antiguamente tenía que ir primero al sindicato, en el sindicato sabían si había lugar o no. Por ejemplo, si acá ya hay cuatro puestos de fruta y ya está bien, viene otro puesto de fruta y el sindicato mismo le decía a dónde podía ir ese puesto de fruta, ¿se da cuenta?
P: Hoy eso también cambió, junto con el estilo de vida de la gente, según me cuenta.
MA:
Se vivía de otro estilo, porque no había televisión y la gente se acostaba más temprano y se levantaba más temprano.
P: La vida de la gente empezaba más temprano.
MA:
Claro, todo. Por eso le digo, antes la feria era linda por eso. Venía la gente a comprar y salía corriendo a hacerse la comida porque antes la mayoría de la gente hacía la comida a carbón. Hoy está el microondas que hacés “pi, pi, pi” y ya está. En una casa por ahí trabajaban dos y eran diez. Tenían más tiempo para todo, y ahora no. En una casa ahora son cuatro y trabajan los cuatro, ¿se da cuenta?
P: ¿Y usted extraña esa época de la feria? ¿O ahora está más tranquilo?
MA:
Y, la extraño porque era más joven, si era más lindo… no sé. Para ciertas cosas era más lindo, para otras no. Suponga, ahora… yo nací en La Boca, éramos como veintiséis familias. Yo vivía en Almirante Brown y el conventillo salía por Lamadrid. Éramos veintiséis familias, yo vivía arriba y los baños estaban abajo. Había seis baños, había unos piletones con un jabón Federal cada uno, y en cada baño había un clavo así grandote con papel de diario y era para toda la familia. Hoy yo vivo con mi señora, tengo una casa con un baño arriba, un baño en el medio y un baño en el galpón. Mi señora no se pinta, pero vos vas al baño y se te caen todos los frasquitos y no se pinta. Antes eso no existía.
También antes se vendía todo, esto que está picadito también se vendía. Ahora no, la gente no lo lleva, cambió el sistema
P: ¿Y cómo resiste la feria a ese cambio en el sistema de vida?
MA:
Porque somos todos viejos, somos viejos y… bolivianos, que son más brutos que nosotros, ¿se da cuenta? Mire, ¿ve estos dos muchachos? (se refiere a Raúl y Ricardo) Estos muchachos trabajaban conmigo cuando eran chicos. Porque yo le digo, estos muchachos no laburan conmigo. Me vienen a dar una mano, ellos dos trabajaron de pibes conmigo. Y aquel (se refiere a Raúl) anda con un remis. Entonces los sábados y los domingos que hay más movimiento me vienen a dar una mano.
P: Pareciera que todo lo que me cuenta, los cambios, el declinamiento de las ferias pasó después de la dictadura, del año ’83 en adelante.
MA:
Claro, ahí empezaron los supermercados y la feria empezó a decaer. Primero fueron los supermercados, y después por el sistema de vida. La mujer empezó a trabajar, en la casa no estaba y bueno… entonces fueron cambiando la forma de vivir. Cuando la mujer empezó a trabajar, volvía y tenía que ir a comprar. Y el marido también. Antes no, así que la gente esperaba el sábado y el domingo que no trabajaban, y entonces en la feria se vendía. Hoy no, hoy el matrimonio, los sábados y domingos si tienen tiempo se van a pasear, o sea que en la casa no se quedan. Antes los sábados y domingos se iban a la casa de los padres, se juntaban los hermanos, los amigos, y estaba la mesa larga. Ahora se perdió todo eso, ¿se da cuenta?
P: ¿Usted tiene hijos?
MA:
Yo sí, y no viven conmigo, ¿se da cuenta?
P: Entonces esto que me cuenta lo ve también en sus hijos.
MA:
Claro, en los hijos que tengo. Mi hijo es igual, ¿a mi hijo lo voy a hacer trabajar acá en la feria? Cuando él era pibe yo lo traía a la feria. Cuando cumplió dieciocho años no quiso saber más nada, se fue de casa. Pero bueno, no se si el que está equivocado soy yo o es él. Capaz el equivocado soy yo, a él no lo vas a hacer levantar temprano.
Raúl: Y porque hace más plata que vos.
MA: Y claro que hace más plata que yo. La feria es una cosa antigua, como le puedo decir, está fuera de lo normal. Existe porque somos todos viejos y qué vamos a hacer, ¿vamos a subir a un remis?
R: Aparte esto uno lo lleva adentro
MA: Esto yo lo hago de taquito, ¿se da cuenta?
R: Esto uno lo mamó de chiquito y de acá no lo sacás más
MA: ¿Voy a ir a trabajar arriba de un remis? Si voy a ganar menos que acá o lo mismo, y yo acá estoy contento, ¿se da cuenta?

Entrevista de Laura Díaz

Nilda Ramos
Pasión por la cultura

Dueña de una de las librerías más tradicionales de la zona, Nilda Ramos es una militante de la cultura que no pierde las esperanzas de convertir a Quilmes en una ciudad lectora.
Por Laura Díaz

Hacía tiempo que no veía a la profesora Ramos, pero en el instante en que nos encontramos fue como si el tiempo volviese atrás y me encontrara otra vez en una de sus clases de historia. Quizás, acentuado por nuestro lugar de encuentro, mi viejo colegio.

Esa pasión con que encara todo lo que hace continúa intacta y debo decir que es un placer escuchar a alguien que después de tantos años en el tema sigue manteniendo el espíritu tan vivo. Nilda Ramos es una de las dueñas de la tradicional librería Ramos de Quilmes.
Los inicios de la librería datan del año ’43. La familia Ramos se trasladó de Capital Federal a Quilmes luego de haber sido golpeados por la crisis del ’29. La vieja cigarrería quedó trunca y las perspectivas de un nuevo negocio se presentaron para quedarse.

En sus comienzos, la librería, comandada por la abuela Ramos, era más parecida a lo que hoy sería un polirrubro, pero una vez que quedó en manos de papá Ramos fue tomando el perfil de una librería papelería moderna. Tras dos mudanzas, la librería se asentó en donde hoy se encuentra la papelería (Mitre y Videla). El crecimiento del negocio y el fallecimiento de quien fuera la cabeza que coordinaba todos los movimientos, hicieron que se dividiera la papelería de la librería.

Actualmente, la librería se encuentra a cargo de Nilda Ramos, mientras que la papelería es manejada por su hermano. Dentro de la librería se está viviendo una nueva división que es la del sector universitario y adulto del infanto juvenil. Para la cultura quilmeña la librería Ramos es un emblema. Más de sesenta años en la zona acreditan su permanente compromiso.

¿Qué lugar cree que ocupa la librería en la cultura de Quilmes?

Eso es difícil decirlo sin que parezca un poco arrogante la respuesta. En general tratamos de acompañar la movida, cada uno desde su lugar y tal vez también con distintos objetivos dentro de ese mundo grande que es la cultura.

Desde la parte de chicos y adolescentes, estamos trabajando bastante en lo que hace a la difusión de la lectura: hay taller de cuentacuentos, taller de leyendas, asesoramos y hacemos muestras en bibliotecas, pero no con fin comercial. Esa es una de las cosas que pautamos cuando vamos a un colegio o a una biblioteca. No es para vender, creemos que el lugar de venta es la librería, el negocio. Pero sí poder acercar a escuelas a autores, a material que no es conocido, acercar al chico al libro. Estamos convencidos de que la única manera de hacer lectores es trabajando desde que son chicos.

Por otro lado, desde la papelería (evidentemente más distante), a través de donaciones. Mi hermano apadrina a varias escuelas de Quilmes. La papelería tiene modas, tiene reciclaje de cosas, y viene muy bien para las escuelas de pocos recursos recibir ese material.

Desde la parte de adultos, permanentemente se está auspiciando y acompañando proyectos de bibliotecas, presentaciones de autores. Además, hasta no hace mucho y ahora en forma muy esporádica, salía una revista, Tiempo Sur, que pretendía hacer una actualización cultural: la literatura que estaba corriendo, los eventos que se hacían a nivel local, etc.

La parte de adultos tiene, a su vez, un sello editorial que también se llama Tiempo Sur y que publica fundamentalmente obras de autores quilmeños. Hasta no hace mucho se acotaba a la investigación histórica pero ahora ha crecido bastante y se están publicando obras de diversos géneros. La revista se distribuye desde la librería y cuando hay algún evento ese es el lugar que sirve para su difusión.

Dejamos los tiempos corrientes para introducirnos un poco en la historia y en cómo influyó en el cambio cultural. Sin dudas éste es el fuerte de Nilda y, aunque al principio me sorprendió con un ¡qué difícil!, la respuesta fue justo lo que estaba esperando:

A través del tiempo la cultura quilmeña fue atravesando distintas etapas. En la década del ’70 el movimiento cultural fue sumamente importante desde todas las expresiones, pero quedó suspendido cuando la dictadura entró en vigencia.

Con la llegada de Alfonsín, hubo un renovamiento de las esperanzas que fue acompañado desde la literatura. Se empezaron a leer autores nuevos y autores que estaban prohibidos, hubo toda una corriente nueva de la literatura que se fortaleció mucho.

Pero, acompañando el desencanto y la euforia menemista, la gente se volcó a una literatura menos comprometida. Cómo decirlo de una forma que no quede agresiva...una literatura más light, más afín con la buena onda, con el feng sui. Siguen existiendo, por suerte, lectores comprometidos, pero los libros de autoayuda ganaron espacio en las librerías.

A comienzos de la década del ’80, predominaban los libros de historia, psicología, antropología, sociología. Pero ahora, a no ser por un best seller que está colocado, en general los libros que dominan son los otros. O novelas pasatistas, o poco comprometidas socialmente; y si hablamos de ensayos o de novelas comprometidas con lo social, están en un lugar más acotado.

En contraposición a esto, en lo que hace a literatura infantil y juvenil, hablando de los tiempos más recientes, digamos de la crisis de 2001 para acá, hay una mayor preocupación lectora. Tal vez alentado desde la escuela, desde el mensaje del gobierno, o la toma de conciencia de los padres.

El padre que no leyó quiere que el hijo lea, y va a la librería en busca de eso, cosa que antes no se veía, porque el libro era visto como un elemento complementario, y el libro infantil aun más.

Según la profesora Ramos, uno de los factores más importantes que afectan al desarrollo de distintos movimientos culturales en la zona es el hecho de estar ubicados tan cerca de la Capital Federal, y no duda en diferenciar al público capitalino del público local:

Al quilmeño le gusta moverse en Capital, estamos muy cerca y la autopista nos ha acercado más. Muchas veces propuestas culturales importantes quedan deslucidas, y capaz que las tienen a cinco o seis cuadras de su casa, y esa misma persona prefiere agarrar el auto e ir a Capital y, en un ámbito con muchas más gente, participar de alguna actividad.

La Biblioteca Moreno ha traído obras importantísimas que han tenido muy poca afluencia de gente. Han venido autores de primera línea que han tenido poca concurrencia. Eso sin tener en cuenta el esfuerzo que demanda movilizar a alguien que se atreva a venir a Quilmes.
A fin del año pasado cerramos nuestras actividades con Nick. Estuvimos trabajando más o menos medio año para convencer a Nick de que viniera. Hicimos un trabajo previo con las escuelas para que los chicos conocieran la obra y para que no fuera ir solamente a ver cómo dibujaba a Gaturro. Salió bárbaro, realmente divino. Cuando terminó, Nick se quedó sorprendido de lo que era Quilmes, y la gente de Quilmes se quedó sorprendida de que algo así pudiera suceder acá. Pero eso nos demandó un esfuerzo muy grande de publicidad y de trabajo, teníamos muchísimo miedo de que la gente no viniera. Hemos traído autores de primerísima línea que no han tenido gente, y que habían ido la semana anterior al teatro San Martín y llenaron.

Cuando le pregunto a qué se debe este fenómeno se ríe, porque sabe que el personaje quilmeño es especial (por definirlo de alguna manera) pero, sin embargo, se cuida de no caer en dichos políticamente incorrectos.

Creo que la culpa es nuestra, que no nos asumimos con lo que somos o con lo que tenemos, no sé por qué pero si se qué. Está instalado, comprar algo en Capital no es lo mismo que comprarlo en Quilmes. Muchos sienten que adquieren un estatus diferente yendo a Capital, no se como decirlo (risas)... pero es así.

¿Cree que es una cuestión de desconfianza?

No, creo que es más una cuestión de gusto, de decir: fui a Yenny e hice tal cosa, que no es lo mismo que decir fui a tal librería en Quilmes e hice tal cosa. Creo que es más, diciéndolo vulgarmente, una cuestión de chapa, de la actividad o del nombre de la actividad. No tiene una explicación que no sea peyorativa para el quilmeño...es la verdad (risas).

Nilda cree que esta nueva etapa de las librerías en la que se puede leer y tomar café reemplaza un poco a las bibliotecas. Pero se corre el riesgo de que el café termine rindiendo más que los libros, que terminen siendo una excusa para potenciar al bar.

En la librería Ramos se pensó en algún momento en implementar este sistema:


Hubo todo un cuestionamiento porque dijimos, no, no vamos a vender café, el café que sea gratis, que vengan a leer. Conclusión: teníamos grandes consumidores de café y afines, que no compraban libros, no leían...venían a hacer sociales. Es Quilmes...es Quilmes (con tono de complicidad y entre risas). Entonces, para tener un lugar de reunión que vayan a otro lado. La idea era alentar al lector, no queríamos vender el café. Otras librerías de acá también lo intentaron, pero tampoco funcionó.

La charla fue de las más interesantes que tuvimos en tantos años de conocernos, tal vez, porque en este caso el encuentro se dio desde otro lado, ya no era mi profesora. La escucho hablar de su proyecto como historiadora de Quilmes, en el que quiere fundir la historia local con la nacional; del trabajo que publicó sobre la ciudad, dirigiendo a un grupo de alumnos del colegio Alemán; de los futuros proyectos con sus actuales alumnos, y realmente es inspirador.

Intento cerrar la entrevista con una pregunta que sobrevoló todo el tiempo la charla pero que nunca me fue contestada explícitamente: ¿Cómo definiría al hombre de la cultura de Quilmes? ¿Hay un estereotipo o es tan diverso que no se puede hacer una aproximación?

Y...diplomáticamente te digo que sí (que es muy diverso). Después cuando apagues el aparatito te digo (risas). La respuesta se perdió entre las risas, sin embargo, creo que después de este encuentro puedo adivinarla.

Entrevista de Raúl Perea

Seminario y Taller de Escritura
Profesora: Celia Guichal
Alumno: Raúl Perea


Consigna: Realizar una entrevista, aclarando en qué medio se la piensa publicar, y teniendo en cuenta los textos que venimos leyendo, tanto sobre el género en sí como también el texto teórico de Ginzburg sobre el paradigma indiciario. La entrevista debe llevar un título con un tamaño aconsejable de cinco carillas.
Publicación: en “Nuestras Manos” revista sobre educación que publica el SUTEBA, o también, un tanto provocativamente en Ñ, revista cultural del Clarín, o en la nueva revisa cultural de La Nación ADN Cultura

Con la educación en sus manos

La Escuela Especial “El Parque” se encuentra en la localidad de Ranelagh, Berazategui. Con casi cuarenta alumnos y un cuerpo de nueve docentes especializados en la materia, se encuentra en un descampado esplendoroso de verde sobre la avenida Dardo Rocha. Allí trabaja Juan Carlos como maestro de taller, padre de un profesor de Historia a quien bautizó Fidel, en honor al veterano revolucionario y sin ocultar sus simpatías ideológicas. Muy hábil con sus manos, fue gomero durante muchos años, y también artesano. Amante de largas charlas regadas de un exquisito mate que siempre preparó con destreza. Esta era la escena íntima que imaginaba, y que por supuesto ayudaría en la entrevista que habíamos pactado. Y sin embargo…lo encontré rodeado de chicos en medio de la huerta. Eso sí, el mate no faltaba. Así comenzó la charla.

Contame algo sobre ellos.

Cada pibe es un mundo, tenés que entrar en su mundo como para que hagan algo. Primero que te acepten, si no, no te dan ni cinco de pelota. Segundo, que ellos te permitan entrar en ese mundo. Por ejemplo Ale es el hojalatero, pero con él también hacemos taller de carpintería, huerta. El año pasado estuvimos haciendo cuadros, pintando. Adri, bueno, sobre él tendríamos que escribir un libro, pero la meta mía es que sea feliz, qué más puedo pedir yo. Distinto es el caso de Atanael, él el día de mañana podría laburar, incluso hasta tener una pareja.

¿Es al que vos le decís el “gaucho malo”?

Claro, sucede que le regalé los prismáticos a Juan, y entonces se puso celoso, está enojado. Pero tenés también a Sebastián ¿qué le podemos pedir? ¿Qué te pido que hagas Seba?
“Jugar a la pelota”. Contesta Sebastián, que tiene como metro ochenta de alto.
Bien… ¿ves? No le pidas más nada. Le cuesta mucho. También entran en juego los padres. Por ejemplo hay padres que quieren que sus hijos sean astronautas. Pero yo les tengo que decir que lo más importante es que sean felices.

Otro caso es el de Sergio, que quiere ser actor y director. El tiene el problema de que no quiere hacer nada, es el personaje que le inventaron, allí él se asentó y está cómodo. Es el “loquito” de la familia y está cómodo. Va a los programas de televisión, tiene novia, pero vos le decís agarrá la pala, y no quiere saber nada. Está cómodo en ese mundo. Ahora se trata de un desafío. Atanael cuando vino era muy mal llevado, tiraba mordiscones para todo lados y hoy está trabajando, avanzó.

Los chicos no están separados por grupos…

El problema es ¿cómo los separás por grupo? ¿Ponemos a todos los que son como Adri para que estén juntos, y después juntamos a todos los que trabajan más, como Atanael? No, la lógica es que se integren.

Vos entraste con el objetivo de trabajar en el mantenimiento de la escuela ¿cómo se fue desarrollando esta relación con los chicos?

Mi trabajo era el que vos decís y además colaborar en algunos talleres con los chicos, pero siempre estuvo planteado como objetivo la integración con ellos. Algo que no era sencillo que se diera. Sucede que acá hay chicos que entraron con una carga de violencia muy grande, incluso con antecedentes policiales. Y sin embargo se han ido integrando.

¿Hay avances en su desarrollo? ¿Qué relación hay entre el progreso y el trabajo que hacen?

La relación es total. El tema es que cuando se integran al trabajo, se van integrando al grupo, aunque otros no pueden. Por ejemplo, el año pasado salimos en la revista de la Obra Social de la Policía Federal, hasta nos sacamos fotos con los policías (se ríe). Hicimos una serie de pinturas y muchos trabajos manuales, en cerámica o madera. Del producto de la huerta, como la calabaza, hacíamos pájaros o recipientes pintados.

Entonces la integración se da de esta manera, algunos tiraron las semillas, otros la regaron, otros juntaron las calabazas, y después otros las pintaron. Pero el resultado es de todos. Yo le llamo trabajo… (Se detiene y me mira como buscando salir del atolladero) ¿Cómo era la palabra que se usaba para describir cambios complicados? ¿Cómo era que decía Trotsky?

¿Desarrollo desigual y combinado?

¡Eso! Le puse una palabra que no me acuerdo ahora, porque ellos me habían preguntado de qué manera se podría denominar esta forma de integración por el trabajo, y quedaba genial, algo así como crecimiento desigual y combinado. Para mis adentros pensaba: “si alguna vez estos canas estudian marxismo y se enteran, me matan”
En la escuela hay nueve docentes… (Sebastían me interrumpe y le dice: “Sí, como ‘Más feo’, que es como los alumnos llaman a Juan Carlos”

¿Por qué te llama de esa manera? (no me contesta y continúa hablando)

Los docentes cumplen funciones varias, pero el trabajo que realizamos con los chicos es muy similar. Es un trabajo en equipo en donde todos le damos mucha importancia a las labores manuales.

El problema es que muchos docentes especiales se reciben, y cuando comienzan a trabajar no duran más de un año… es que las presiones son muchas. Hay que estar con todas las antenas paradas, porque a veces se brotan mal, y no siempre se pueden controlar las situaciones. Por supuesto que en la escuela hay psicopedagogos, músico-terapeutas, terapeutas ocupacionales, etc. Lo que se ha formado es un equipo de trabajo.

Claro, con división de tareas.

Es que prácticamente no hay división de tareas, todos hacemos cosas parecidas. Y sucede que a veces un chico se brota, no se relaciona conmigo o con el grupo, y hay otro docente que lo contiene, con el que se engancha más. O puede pasar al revés.

Yo estuve en dos o tres encuentros grandes de distintas escuelas y he notado algunas diferencias. Yo noté cómo los chicos nuevos que venían de otras escuelas especiales como ésta, traían una carga de agresividad muy grande hacia los maestros. A los dos o tres meses, al mismo chico lo encontraba un docente de la escuela anterior y él mismo me decía ¿pero qué le hicieron? ¡Cómo cambió! En esos encuentros yo notaba por ejemplo la forma en que muchos docentes llevaban a los chicos al baño, casi con un estilo penitenciario...mal, muy mal, con un autoritarismo y una prepotencia evidente. Incluso con violencia.

Pasa que este tipo de trabajo también causa estragos en los docentes. Aunque también hay algunos que se adaptan mejor. El mismo docente que antes estaba en mi lugar, me contaba que en los talleres de la escuela en donde trabajaba andaba con un palito de madera. Y lo llevaba porque él mismo decía que tenía miedo, el tipo estaba paranoico. Yo le decía que estaba equivocado, que tenía que haber una integración de ambas partes, sino, la cosa no va.
A veces el mismo sistema que hay en la escuela es el que provoca este tipo de relaciones.
Seguro, en otras escuelas a lo mejor tienen que convivir cien chicos en un patio cerrado, y eso mismo provoca una alienación terrible, vos fijate lo que es esto. Mientras lo dice señala las dos hectáreas de campo, la huerta, la pileta de natación, rústica, pero fresca y muy utilizada en el verano.

¿Tienen también animales?

Sí, acá tenemos uno: ¡Cuba vení para acá! En realidad tenemos dos animales, el Cuba y yo. (Todo el mundo se ríe, incluso Cuba que lo abraza). Hablando en serio, no los tenemos porque los vecinos nos los roban. En lo que va del año ya nos robaron dos veces los marcos de aluminio de las ventanas, una vez las mallas de acero.

¿Pero son los vecinos?

Sí, que no te quede la menor duda. Son chicos también, algunos le dan al paco y no encuentran mejor lugar que este campo inmenso para meterse, que desgraciadamente por el tamaño no se puede proteger del todo. Entran a la noche y no hay nadie que los moleste. Yo mismo encontré jeringas clavadas en los árboles.

Volvamos al tema del progreso de los chicos.

Ese es el objetivo de la institución. Darles contención pero a la vez que puedan sobrevivir. Algunos salen trabajando, uno de ellos por ejemplo, tiene ahora una pequeña pyme de jardinería.

Sólo estoy viendo varones, ¿hay también chicas en la escuela?

Por supuesto, son la minoría, pero las hay, y se integran muy bien. (Mientras dice esto, hay varios que se sonríen nerviosamente). Aunque hay que mirarlos mucho porque son todos muy enamoradizos. (Ahora las risas nerviosas son carcajadas). Y se ha formado alguna que otra pareja. (Ahora es una discusión superpuesta en donde unos se acusan a otros de ser el novio de…. Todo en un clima de alegría serena, y mucha picardía).

A la pregunta de que me cuente alguna situación conflictiva particular, me refiere el caso de un muchacho que lloraba todos los días porque decía que el padre estaba por matar a la madre. Y era cierto, él mismo había charlado con el padre, un sub-oficial de la policía quien se lo reconoció. Todo terminó con una separación y la huida de la madre con el niño hacia una provincia del interior. Le da pie para afirmar:

Los chicos no separan lo que es su hogar de la institución, y por supuesto que a los que estamos a cargo de la institución, nos pasa lo mismo. Pero ellos te integran, te meten en su mundo.

¿Y las familias responden positivamente?

A veces. Otras veces se da la actitud reclamante que muchos padres tienen hacia las escuelas del Estado, pero agravado. Puesto que esto no es estatal, esto está sostenido por el aporte de las obras sociales de los familiares de los chicos, entonces muchos lo toman como si fuera una institución privada, y es en función de ello que reclaman. Pero hay otros padres que no, que tienen otra actitud. En esto juega mucho el tema de si los padres aceptan y asumen el problema que tienen los chicos.

¿Qué otro tipo de cambios notás en los chicos?

Dejame que te cuente una anécdota: había una mujer con dos nenas que estaban paseando por la vereda. Nosotros estábamos sentados al sol, en semi-círculo, y Adri andaba contra el cerco de la vereda. Una nena se acerca al alambrado y la madre prácticamente la arranca del brazo hacia atrás, le dice: “vení, ¿no ves que no son normales?”

Entonces le expliqué a Adri que la gente de afuera nos ve como a bichos raros, que eso es “normal”, tratando de explicarle en el idioma tan particular que él maneja. Por supuesto que Adri tiene su idioma, a veces lo entendés, después de un tiempo, casi siempre.

Pasaron diez o quince días, yo lo tengo patente, fue cuando Estados Unidos invadió Irak. Ellos estaban almorzando y en la televisión pasaban imágenes de la guerra en el noticiero, mostraban las bombas cayendo en medio de la noche. Adri comía y miraba, y de golpe me mira y me llama, y señalando con el dedo me dice: -los “normales”- ¿Qué me quiso decir? Beba casi se muere (se refiere a una compañera docente catamarqueña) porque yo le había contado todo el episodio. Nos estaba queriendo decir que “los normales” hacen la guerra.

Bueno, también está el caso de Cuba, tiene una memoria prodigiosa. Tiene algo así como… (Busca la palabra exacta) es como un cirujano ¿cómo se puede decir?...tiene la lengua como un bisturí, y el cerebro igual, cuando te quiere cortar, lo hace y vos te das cuenta después de un rato. Y sin embargo ahí lo ves, no le quiere poner valor agregado a la cosa.

¿Por qué le dicen Cuba?

Porque así lo bautizaron cuando recién entró, hablaba como un cubano. (Cuba agrega que desde chico hablaba así). Y cuando yo te gritaba: ¡Cuba libre! ¿Vos que contestabas? ¡Sin Fidel! (al responder Cuba todos se ríen).

Sí, pero vos no me contestaste por qué te dicen “más feo”

Alguien se trabucó cuando entró un compañero nuevo que se llamaba Mateo o algo así, como yo también era nuevo creyeron que mi apellido era Mafeo, y de allí me quedó el apodo “más feo”. Aunque algunos me dicen también “más puto”. (Todos se retuercen en carcajadas.)
Son las tres de la tarde, y ya comenzaron a retirar a algunos chicos. Los van llamando a los gritos desde la escuela. El más alto –Sebastián- le dice que quiere jugar a la pelota y Juan Carlos le responde: “si no se trabaja, no hay fútbol, agarrá un rato la pala”

¿Antes que vos había otra persona que se ocupara del taller?

Sí, no recuerdo cómo se llamaba. (Uno de los chicos le recuerda el nombre) Pero se tuvo que ir. Antonio (que es músico-terapeuta, y a la vez apoderado de la escuela) lo decidió, trataba mal a los chicos. ¿Cómo era que les decía, Cuba?

“Nos trataba a todos como si fuésemos boludos. A Navarro, a Carlitos y a mí, nos decía negros de mierda” (responde Cuba)

Bueno, a partir de allí hubo un cambio, se comenzaron a desarrollar por ahí muchas cosas en las que ya había pensado el Tano (se trata de Antonio). Y en ese plan encajamos bien tanto yo como Beba, por ejemplo. Pero te repito, yo me siento trabajando en equipo.
Se da luego un pequeño debate acerca de lo que son las instituciones, si las hay buenas o malas, y sobre qué significa que un niño se institucionalice, a lo que Juan Carlos remata:
Yo a esta la veo como una institución de puertas abiertas, mi desesperación es para que los pibes no se sientan como prisioneros.

Bueno, para ir terminando, decime cómo te afectó a vos este trabajo.

Para mí es un esfuerzo muy grande, me pasa lo mismo que a los pibes, no puedo separar el trabajo de mi casa y viceversa. No sé, me pasan cosas raras. Por ejemplo, antes de las vacaciones de invierno había algunas compañeras que estaban fisuradas, no veían las horas de que llegaran las vacaciones, y a mí me daba un poco de pánico de que llegaran.

Yo me siento muy bien. El año pasado, en esta escuela que no tiene colonia de vacaciones, a la colonia la hice yo sólo. Armamos con Daniel el director, un grupo de pibes que pudieran viajar solos. La pasamos muy bien, incluso hicimos un mantenimiento de la escuela con los pibes. Para mí, es como inventarse un mundo ¡Ojo! A veces me replanteo si no está mal verlo de esta manera, si yo mismo no les creo a algunos chicos una cierta dependencia conmigo.

¿Pero sentís que cambiaste vos también?

Veo la vida de otra manera. Aunque te cause gracia, me siento mejor persona, o mejor dicho, desde donde estaba, que no sé qué clase de persona era, siento que he progresado mucho. A lo largo de mi vida siempre intenté hacer cosas “por o para otros”, y tal vez lo conseguí algunas veces, pero estoy seguro de que nunca lo sentí como ahora acá. Hace cinco años que trabajo y no falté nunca, o mejor dicho, un solo día: tenía una gripe con una fiebre que me llevaba. (Y Cuba asiente con una sonrisa).